...Y
aquella rendija de tus ojos
entre
la que paso
para
instalarme en el escondite
que
me deje quedarme en ti
bajo
tu mirada
de
color incierto.
Puerta
abierta en la lágrima
ausente
de tu pupila.
Ser
ese punto de sal
en
ti
hacer que me sientas
aún
sólo siendo
ese
algo que no puedes explicar
que aparece en tu mente
sólo
por casualidad.
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