Dejándome
llevar por la respiración
que
hace palabras, música
olvida
incertidumbres
para
instalarse
en
esa mente...
A
mil quilómetros, quizás
presente
en la ausencia
en
el fin del mundo
que
desconocemos aún
para
encontrarnos
en
el corazón de este jardín
enclaustrado.
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