Pasando umbral de
madera y piedra
descubriendo el
calor de tu cuerpo
las caricias que
a tientas nos vamos dando
besos suaves,
lentos...
Un paso más
hacia el bucle
giro de
sentimientos entre tus brazos
(incontrolable deseo).
La mente
separándose del cuerpo
dejándose llevar
por el trato
que nos hará
caer a ambos
despojarnos de
toda sensatez
para encontrarnos...
sin pensar, sin
después
solo el deseo
haciéndose dueño
dueño de los
silencios,
de los vacíos
entre palabras,
de lo que no
decimos,
de la parte que
ocultamos;
dueño de
nuestros cuerpos.
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